La Fe... Nuestra fuerza para vivir...

El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz. (Madre Teresa de Calcuta)
La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano. (Santo Tomás de Aquino)
La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve"

lunes, 30 de diciembre de 2013

DÍA VI DENTRO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD

CUANDO UN PROFUNDO SILENCIO ENVOLVÍA TODAS
LAS COSAS Y LA NOCHE ESTABA A LA MITAD DE SU CAMINO,
TU PALABRA OMNIPOTENTE, SEÑOR, DESCENDIÓ DE LOS CIELOS,
DESDE TU TRONO REAL.

ALELUYA, ALELUYA.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra.
Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (2, 36-40)

En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. (Cuando José y María entraban en el templo para la presentación del niño), se acercó Ana, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel.

Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él.

Palabra del Señor.

ORACIÓN
 
Concédenos, Dios todopoderoso, que el nacimiento de tu Hijo en nuestra carne mortal, nos libre de la antigua esclavitud a la que nos sometió el pecado. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

ALABEN AL SEÑOR, TODOS LOS PUEBLOS



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