La Fe... Nuestra fuerza para vivir...

El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz. (Madre Teresa de Calcuta)
La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano. (Santo Tomás de Aquino)
La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve"

domingo, 8 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS

EL ESPÍRITU DEL SEÑOR HA LLENADO TODA LA TIERRA;
ÉL DA UNIDAD A TODAS LAS COSAS Y
SE HACE COMPRENDER EN TODAS LAS LENGUAS. ALELUYA.

ALELUYA, ALELUYA.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (20, 19-23)

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado.

Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”.

Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

PALABRA DEL SEÑOR.

ORACIÓN

Dios nuestro que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

ENVÍA, SEÑOR, TU ESPÍRITU A RENOVAR LA TIERRA. ALELUYA


sábado, 7 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS - MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA

EL AMOR A DIOS HA SIDO INFUNDIDO
EN NUESTROS CORAZONES POR EL ESPÍRITU SANTO,
QUE HABITA EN NOSOTROS. ALELUYA.

ALELUYA, ALELUYA.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (7, 37-39)

El último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en voz alta: “El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí brotarán ríos de agua viva”.

Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.

PALABRA DEL SEÑOR.

ORACIÓN

Dios eterno y todopoderoso, que quisiste consumar el misterio de la muerte, resurrección y ascensión de tu Hijo, con la venida del Espíritu Santo, renueva el prodigio de Pentecostés y haz que todos los pueblos de la tierra superen con tu amor sus diferencias y te reconozcan como Padre. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


ENVÍA, SEÑOR, TU ESPÍRITU, A RENOVAR LA TIERRA. ALELUYA

SÁBADO DE LA SÉPTIMA SEMANA DE PASCUA

ANIMADOS DE UN MISMO ESPÍRITU,
LOS DISCÍPULOS PERSEVERABAN EN LA ORACIÓN,
EN COMPAÑIA DE ALGUNAS MUJERES, DE MARÍA,
LA MADRE DE JESÚS, Y DE LOS PARIENTES DE ÉSTE. ALELUYA.

ALELUYA, ALELUYA
Yo les enviaré el Espíritu de verdad, y él los irá guiando hacia la verdad plena, dice el Señor.
Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (21, 20-25)

En aquel tiempo, Jesús dijo a Pedro: “Sígueme”. Pedro, volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre su pecho y le había preguntado: ‘Señor, ¿quién es el que te va a traicionar?’ Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ¿qué va a pasar con éste?” Jesús le respondió: “Si yo quiero que éste permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú, sígueme”.

Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino: ‘Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?’

Ese es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían en todo el mundo los libros que se escribieran.

PALABRA DEL SEÑOR.

ORACIÓN

Al concluir estas fiestas de Pascua concédenos, Señor, que la alegría de saber que hemos resucitado con tu Hijo, transforme toda nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


EL SEÑOR VERÁ A LOS JUSTOS CON COMPLACENCIA. ALELUYA

viernes, 6 de junio de 2014

VIERNES DE LA SÉPTIMA SEMANA DE PASCUA (Memoria libre de san Norberto, obispo)

CRISTO NOS AMA Y NOS HA PURIFICADO DE NUESTROS PECADOS
POR MEDIO DE SU SANGRE; ÉL NOS HA CONVERTIDO EN UN REINO
Y HECHO SACERDOTES PARA DIOS SU PADRE. ALELUYA.

ALELUYA, ALELUYA.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor.
ALELUYA.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (21, 15-19)

En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?” Él le contesto: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”.

Por segunda vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Él le respondió: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Pastorea mis ovejas”.

Por tercera vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: “Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas”.

Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras”. Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: “Sígueme”.

PALABRA DEL SEÑOR.

ORACIÓN

Dios nuestro, que por medio del triunfo glorioso de Cristo y de la gracia del Espíritu Santo nos has abierto las puertas del cielo, haz que comprendamos la grandeza de este don para que podamos crecer en la fe y servirte con mayor empeño. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


BENDIGAMOS AL SEÑOR, QUE ES EL REY DEL UNIVERSO. ALELUYA

jueves, 5 de junio de 2014

MEMORIA DE SAN BONIFACIO, OBISPO Y MÁRTIR

ESTE SANTO LUCHÓ HASTA LA MUERTE
POR LA LEY DE DIOS Y NO SE ATERRORIZÓ
ANTE LA AMENAZA DE LOS IMPÍOS,
PUES ESTABA AFIANZADO SOBRE ROCA FIRME.

ALELUYA, ALELUYA.
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti, somos uno. Así el mundo creerá que tú me has enviado, dice el Señor.
Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (17, 20-26)

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.

Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como me amas a mí.

Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.

Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos”.

PALABRA DEL SEÑOR.

ORACIÓN

Señor, que la intercesión de tu mártir san Bonifacio, nos ayude a mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras, aquella misma fe que él predicó con su palabra y atestiguó con su sangre. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


ENSÉÑANOS, SEÑOR, EL CAMINO DE LA VIDA. ALELUYA

miércoles, 4 de junio de 2014

MIÉRCOLES DE LA SÉPTIMA SEMANA DE PASCUA

PUEBLOS TODOS, APLAUDID Y ACLAMAD
A DIOS CON CLAMORES DE JÚBILO. ALELUYA.

ALELUYA, ALELUYA.
Tu palabra, Señor, es la verdad: santifícanos en la verdad.
Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (17, 11-19)

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se cumpliera la Escritura.

Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Yo me santifico a mí mismo por ellos, para que también ellos sean santificados en la verdad”.

PALABRA DEL SEÑOR.

ORACIÓN

Dios misericordioso concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse plenamente a ti y vivir siempre unida en el amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


REYES DE LA TIERRA, CANTEN AL SEÑOR. ALELUYA

martes, 3 de junio de 2014

MEMORIA DE SAN CARLOS LUANGA Y COMPAÑEROS MÁRTIRES

AQUELLOS QUE SIGUIERON EN LA TIERRA LAS HUELLAS DE CRISTO,
SE ALEGRAN AHORA EN EL CIELO; Y PORQUE LO AMARON
HASTA MORIR POR ÉL, CON ÉL SE GOZAN ETERNAMENTE.

ALELUYA, ALELUYA.
Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador, que se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor.
Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (17, 1-11)

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, ha llegado la hora. Glorifica  a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique, y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.

Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame en ti con la gloria que tenía, antes de que el mundo existiera.

He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.

Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío. Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo, pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo”.

PALABRA DEL SEÑOR.

ORACIÓN

Señor Dios, que has querido que la sangre de los mártires sea semilla de nuevos cristianos, haz que el ejemplo de san Carlos y de sus compañeros y su lealtad a Cristo frente a las torturas, atraigan a los pueblos africanos a vivir la fe cristiana. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


REYES DE LA TIERRA, CANTEN AL SEÑOR. ALELUYA