EL
AMOR A DIOS HA SIDO INFUNDIDO
EN
NUESTROS CORAZONES POR EL ESPÍRITU SANTO,
QUE
HABITA EN NOSOTROS. ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (7,
37-39)
El último día de la fiesta,
que era el más solemne, exclamó Jesús en voz alta: “El que tenga sed, que venga
a mí; y beba, aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí brotarán ríos de agua viva”.
Al decir esto, se refería al Espíritu
Santo que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el
Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.
PALABRA DEL SEÑOR.
ORACIÓN
Dios eterno y todopoderoso, que quisiste consumar el misterio de la
muerte, resurrección y ascensión de tu Hijo, con la venida del Espíritu Santo,
renueva el prodigio de Pentecostés y haz que todos los pueblos de la tierra
superen con tu amor sus diferencias y te reconozcan como Padre. Por Jesucristo nuestro
Señor.
Amén.
ENVÍA,
SEÑOR, TU ESPÍRITU, A RENOVAR LA TIERRA. ALELUYA
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