EL
SEÑOR ES MI PROTECTOR;
ÉL ME
LIBRÓ DE LAS MANOS DE MIS ENEMIGOS
Y ME
SALVÓ, PORQUE ME AMA.
ALELUYA, ALELUYA.
Confío en el Señor,
mi alma espera y confía en su palabra.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (8, 23-27)
En aquel tiempo, Jesús subió a
una barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó en el mar una
tempestad tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero él estaba dormido. Los
discípulos lo despertaron, diciéndole: “Señor, ¡sálvanos, que perecemos!”
El les respondió: “¿Por qué tienen
miedo, hombres de poca fe?” Entonces se levantó, dio una orden terminante a los
vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados,
decían: “¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?”
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Concédenos, Señor, que el
curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la
justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y
alegría. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
MI ALMA CONFÍA EN LA PALABRA DEL SEÑOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario