RECORDAREMOS,
SEÑOR, LOS DONES DE TU AMOR,
EN
MEDIO DE TU TEMPLO.
QUE
TODOS LOS HOMBRES DE LA TIERRA TE CONOZCAN
Y
ALABEN, PORQUE ES INFINITA TU JUSTICIA.
ALELUYA, ALELUYA.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo
habite en ustedes con toda su riqueza.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (10, 1-12. 17-20)


Los setenta y dos discípulos regresaron
llenos de alegría y le dijeron a Jesús: “Señor, hasta los demonios se nos
someten en tu nombre”.
El les contestó: “Vi a Satanás
caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar
serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les
podrá hacer daño. Pero no se alegren de que los demonios se les someten.
Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo”.
Palabra del Señor.
Dios nuestro, que por medio de
la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos
participar ahora de una santa alegría y, después en el cielo, de la felicidad
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que Contigo vive y reina en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
LAS OBRAS DEL SEÑOR SON ADMIRABLES
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