CAMINANDO
JESÚS POR LA RIBERA DEL MAR DE GALILEA,
VIO A
SANTIAGO Y A JUAN, HIJOS DE ZEBEDEO,
QUE
ESTABAN REMENDANDO SUS REDES, Y LOS LLAMÓ.
ALELUYA, ALELUYA.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (20, 20-28)

Al oír aquello, los otros diez
discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo:
“Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los
oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que
sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como
el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida
por la redención de todos”.
Palabra del Señor.
Dios todopoderoso y eterno,
que quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar
su sangre por el Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su
martirio y defiéndela con su valiosa protección. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
CONCÉDENOS, SEÑOR, TU PROTECCIÓN
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