CONFÍO,
SEÑOR, EN TU MISERICORDIA;
ALEGRA
MI CORAZÓN CON TU AUXILIO.
CANTARÉ
AL SEÑOR POR EL BIEN QUE ME HA HECHO.
ALELUYA, ALELUYA.
Hagámosle caso al
Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón”.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (8, 18-22)
En aquel tiempo, al ver Jesús que
la multitud lo rodeaba, les ordenó a sus discípulos que cruzaran el lago hacia
la orilla de enfrente.
En ese momento se le acercó un
escriba y le dijo: “Maestro, te seguiré a donde quiera que vayas”. Jesús le
respondió: “Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo, nidos; pero el
Hijo del hombre no tiene en donde reclinar la cabeza”.
Otro discípulo le dijo:
“Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió:
“Tú, sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos”.
Palabra del Señor.
Concédenos, Señor, ser dóciles
a las inspiraciones de tu Espíritu para que realicemos siempre en nuestra vida
tu santa voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
CONFÍO, SEÑOR, EN TU MISERICORDIA
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