POR
EL BAUTISMO, HABÉIS SIDO SEPULTADOS CON CRISTO
Y CON
ÉL HABÉIS SIDO RESUCITADOS,
PORQUE
HABÉIS CREÍDO EN EL PODER DE DIOS,
QUE
LO RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS. ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida
eterna.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (6, 60-69)
En aquel tiempo, muchos discípulos
de Jesús dijeron al oír sus palabras: “Este modo de hablar es intolerable, ¿quién
puede admitir eso?”
Dándose cuenta Jesús de que
sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si
vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da
la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son
espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen”. (En efecto,
Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo habría de
traicionar). Después añadió: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí,
si el Padre no se lo concede”.
Desde entonces, muchos de sus
discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les
dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?” Simón Pedro le respondió: “Señor,
¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y
sabemos que tú eres el Santo de Dios”.
Palabra del Señor.
Dios nuestro, que por medio
del bautismo haces participar de la vida de Cristo a los que creen en ti,
protégenos de los engaños del enemigo, para que podamos conservar fielmente el
don de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
CUMPLIRÉ
MIS PROMESAS AL SEÑOR
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