CRISTO
RESUCITADO, YA NO PUEDE MORIR;
LA
MUERTE YA NO TIENE DOMINIO SOBRE ÉL. ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas
me conocen a mí.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (10, 1-10)
En aquel tiempo, Jesús dijo a
los fariseos: “Yo les aseguro que el que no entra por la puerta del redil de
las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que
entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida
la puerta, y las ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y
las conduce afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de
ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán,
sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.
Jesús les puso esta comparación,
pero ellos no entendieron lo que les quería decir. Por eso añadió: “Les aseguro
que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son
ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado.
Yo soy la puerta; quien entre por
mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a
robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en
abundancia”.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Dios nuestro, que por medio de
la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos
participar ahora de la santa alegría pascual y, después en el cielo, de la
felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
ENVÍAME SEÑOR, TU LUZ Y TU VERDAD
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