QUE
MI BOCA, SEÑOR,
SE
LLENE DE ALABANZAS PARA PODER CANTARTE;
ENTONCES
MIS LABIOS SE ESTREMECERÁN DE JÚBILO. ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
El que cree en mí
tiene vida eterna, dice el Señor, y yo lo resucitaré en el último día.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (6, 35-40)
En aquel tiempo, Jesús dijo a la
multitud: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el
que cree en mí nunca tendrá sed. Pero como ya les he dicho: me han visto y no creen.
Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo
echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad
del que me envió.
Y la voluntad del que me envió
es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el
último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y
crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día”.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Ayuda, Señor, con generosidad,
a estos hijos tuyos a quienes has concedido el don de la fe, para que puedan,
un día, alcanzar la felicidad eterna con tu Hijo resucitado, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
LAS OBRAS DEL SEÑOR SON ADMIRABLES
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