CRISTO
RESUCITADO, YA NO PUEDE MORIR;
LA
MUERTE YA NO TIENE DOMINIO SOBRE ÉL. ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas
me conocen a mí.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (10,
11-18)
En aquel tiempo, Jesús dijo a
los fariseos: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas.
En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas,
cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre
ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque
conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí
y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas
que no son de este redil y es necesario que las traiga también a ellas;
escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
El Padre me ama porque doy mi
vida para volverla a tomar. Nadie me la quita; yo la doy porque quiero. Tengo
poder para darla y lo tengo también para volverla a tomar. Este es el mandato
que he recibido de mi Padre”.
PALABRA DEL SEÑOR.
ORACIÓN
Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al
mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar ahora de la santa
alegría pascual y, después en el cielo, de la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro
Señor.
Amén.
ESTOY
SEDIENTO DEL DIOS QUE DA LA VIDA. ALELUYA
y es Di� � o ��q
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s de los siglos.
Amén.
EL
SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTARÁ. ALELUYA
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