CANTEMOS
AL SEÑOR, PUES SU VICTORIA ES GRANDE.
ALABEMOS
AL SEÑOR, PORQUE ÉL
ES
NUESTRA FORTALEZA Y SALVACIÓN. ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma
de este pan vivirá para siempre.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (6,
44-51)
En aquel tiempo, Jesús dijo a
los judíos: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre, que me ha
enviado; y a ése yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Todos serán discípulos de Dios. Todo aquel que
escucha al Padre y aprende de él, se acerca a mí. No es que alguien haya visto
al Padre, fuera de aquel que procede de Dios. Ese sí ha visto al Padre.
Yo les aseguro: el que cree en
mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron el maná en
el desierto y sin embargo, murieron. Este es el pan que ha bajado del cielo
para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;
el que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo les voy a dar es
mi carne para que el mundo tenga vida”.
PALABRA DEL SEÑOR.
ORACIÓN
Señor, muéstranos siempre ese amor que en estos días de Pascua nos has
revelado con mayor claridad, y concédenos que, libres del error y del pecado,
sigamos con fidelidad tus enseñanzas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
TU SALVACIÓN,
SEÑOR, ES PARA TODOS. ALELUYA
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