ENTREMOS
Y ADOREMOS DE RODILLAS AL SEÑOR,
CREADOR
NUESTRO, PORQUE ÉL ES NUESTRO DIOS.
ALELUYA,
ALELUYA.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz
de la vida.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (5,
13-16)
En aquel tiempo, Jesús dijo a
sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida,
¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle
para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo.
No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se
enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un
candelero, para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la
luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes
hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos
tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por Jesucristo nuestro
Señor.
Amén.
EL
JUSTO BRILLA COMO UNA LUZ EN LAS TINIEBLAS
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