ADOREMOS
A DIOS EN SU SANTO TEMPLO.
EL
NOS HACE HABITAR JUNTOS EN SU CASA.
EL ES
LA FUERZA Y EL PODER DE SU PUEBLO.
ALELUYA, ALELUYA.
Acepten dócilmente
la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (7,
24-30)
En aquel tiempo, Jesús salió de
Genesaret y se fue a la región donde se encuentra Tiro. Entró en una casa, pues
no quería que nadie se enterara de que estaba ahí, pero no pudo pasar inadvertido.
Una mujer, que tenía una niña poseída por un espíritu impuro, se enteró
enseguida, fue a buscarlo y se postró a sus pies.
Cuando aquella mujer, una
siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús que le sacara el demonio a su
hija, él le respondió: “Deja que coman primero los hijos. No está bien
quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos”. La mujer le
replicó: “Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la
mesa, comen las migajas que tiran los niños”.
Entonces Jesús le contestó: “Anda,
vete; por eso que has dicho, el demonio ha salido ya de tu hija”. Al llegar a
su casa, la mujer encontró a su hija recostada en la cama, y ya el demonio
había salido de ella.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten
misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la
tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo. Por Jesucristo nuestro
Señor.
Amén.
POR
TU PUEBLO, SEÑOR, ACUÉRDATE DE MÍ
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