SEÑOR,
NO ME ABANDONES, NO TE ME ALEJES, DIOS MÍO.
VEN
DE PRISA A SOCORRERME, SEÑOR, MI SALVADOR.
ALELUYA, ALELUYA.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra
divina, tal como es en realidad.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (9,
41-50)
En aquel tiempo, Jesús dijo a
sus discípulos: “Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de
que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa.
Al que sea ocasión de pecado para
esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello
una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar.
Si tu mano te es ocasión de pecado,
córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos
manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión
de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con
tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de
pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser
arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde
el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados con fuego.
La sal es cosa buena; pero si pierde su sabor, ¿con qué se lo volverán a dar? Tengan
sal en ustedes y tengan paz los unos con los otros”.
PALABRA DEL SEÑOR.
ORACIÓN
Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de
servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de
ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
DICHOSOS
LOS POBRES DE ESPÍRITU
PORQUE
DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS
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