ENTREMOS
Y ADOREMOS DE RODILLAS AL SEÑOR,
CREADOR
NUESTRO, PORQUE ÉL ES NUESTRO DIOS.
ALELUYA, ALELUYA.
Síganme, dice el Señor,
y yo los haré pescadores de hombres. Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (5, 1-11)

Cuando acabó de hablar, dijo a
Simón: “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar”. Simón
replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero,
confiado en tu palabra, echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de
pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros,
que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y
llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó
a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!”
Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro al ver la pesca
que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de
Zebedeo, que eran compañeros de Simón.

Palabra del Señor.
ORACIÓN
Señor, que tu amor incansable
cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda
su esperanza. Por nuestro Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
DEMOS
GRACIAS AL SEÑOR POR SU MISERICORDIA
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