RECUERDA,
SEÑOR, QUE TU TERNURA
Y TU MISERICORDIA SON ETERNAS
Y NO
PERMITAS QUE NOS DERROTE EL ENEMIGO.
SÁLVANOS,
DIOS DE ISRAEL, DE TODAS NUESTRAS ANGUSTIAS.
HONOR Y GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.
Todavía es tiempo, dice el
Señor. Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (11, 29-32)
En aquel tiempo, la multitud se
apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: “La gente de este tiempo
es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de
Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo
mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres
de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para
condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para
escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de
este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para
condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí
hay uno que es más que Jonás”.
Palabra del Señor.
Mira, Señor, con bondad a tu
pueblo, que con fervor desea entregarse más a ti y concédele que la práctica de
las buenas obras renueve su alma, ya que con sus privaciones se esfuerza por
dominar su cuerpo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
SEÑOR, APIÁDATE DE MÍ Y OLVIDA MIS OFENSAS
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