PUEBLOS
TODOS, APLAUDID;
ACLAMAD
AL SEÑOR CON GRITOS DE JÚBILO.
ALELUYA, ALELUYA.
Jesús proclamaba el Evangelio del Reino
y curaba a la gente de toda enfermedad. Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (6, 53-56)
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos
terminaron la travesía del lago y tocaron tierra en Genesaret.
Apenas bajaron de la barca, la
gente los reconoció y de toda aquella región acudían a él, a cualquier parte
donde sabían que se encontraba, y le llevaban en camillas a los enfermos.
A dondequiera que llegaba, en
los poblados, ciudades o caseríos, la gente le ponía a sus enfermos en la calle
y le rogaba que por lo menos los dejara tocar la punta de su manto; y cuantos
lo tocaban, quedaban curados.
Palabra del Señor.
Padre de bondad, que por medio
de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las
tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad. Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
QUÉ NUMEROSAS SON TUS OBRAS, SEÑOR
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