SEÑOR,
NO TE QUEDES LEJOS; TÚ, QUE ERES MI FUERZA,
VEN
APRISA EN MI AYUDA
PORQUE
YA NO SOY UN HOMBRE, SINO UN GUSANO,
DESPRECIADO
POR LA GENTE Y RECHAZADO POR EL PUEBLO.
HONOR Y GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su
espíritu, dice el Señor.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (11,
45-56)
En aquel tiempo, muchos de los
judíos que habían ido a casa de Marta y María, al ver que Jesús había
resucitado a Lázaro, creyeron en él. Pero algunos de entre ellos fueron a ver a
los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Entonces los sumos sacerdotes
y los fariseos convocaron al sanedrín y decían: “¿Qué será bueno hacer? Ese hombre
está haciendo muchos prodigios. Si lo dejamos seguir así, todos van a creer en
él, van a venir los romanos y destruirán nuestro templo y nuestra nación”.
Pero uno de ellos, llamado Caifás,
que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: “Ustedes no saben nada. No comprenden que conviene que
un solo hombre muera por el pueblo y no que toda la nación perezca”. Sin
embargo, esto no lo dijo por sí mismo, sino que, siendo sumo sacerdote aquel
año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación, y no sólo por la nación, sino
también para congregar en la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos.
Por lo tanto, desde aquel día tomaron la decisión de matarlo.
Por esta razón, Jesús ya no andaba
públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la ciudad de Efraín, en la
región contigua al desierto y allí se quedó con sus discípulos.
Se acercaba la Pascua de los
judíos y muchos de las regiones circunvecinas llegaron a Jerusalén antes de la
Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús en el templo y se decían unos a
otros: “¿Qué pasará? ¿No irá a venir para la fiesta?”
PALABRA DEL SEÑOR.
ORACIÓN
Señor, tú que nunca dejas de procurar nuestra salvación y en estos días
de Cuaresma nos otorgas gracias más abundantes, mira con amor a esta familia
tuya y concede tu auxilio protector a quienes se preparan para el bautismo y a quienes
hemos renacido ya a una vida nueva. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
EL
SEÑOR CUIDARÁ A SU PUEBLO COMO UN PASTOR A SU REBAÑO
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