Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado,
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la vida,
triunfante se levanta.
“¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?”
“A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua”.
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
HE
RESUCITADO Y VIVIRÉ SIEMPRE CONTIGO;
HAS
PUESTO TU MANO SOBRE MÍ,
TU
SABIDURÍA HA SIDO MARAVILLOSA. ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA
Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la
Pascua.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (20,
1-9)
El primer día después del
sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida
la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón
Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del
sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”.
Salieron Pedro y el otro
discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro
discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e
inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón
Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos
puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús,
puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces
entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y
vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según
las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos.
PALABRA DEL SEÑOR.
ORACIÓN
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo venciste a la muerte y nos has
abierto las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos hoy la
Pascua de Resurrección, resucitar también a una nueva vida, renovados por la
gracia del Espíritu Santo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
ESTE
ES EL DÍA DEL TRIUNFO DEL SEÑOR. ALELUYA
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