LOS
JUSTOS CRECERÁN COMO PALMERAS,
SE
ELEVARÁN TAN ALTO COMO CEDROS DEL LÍBANO,
PLANTADOS
EN LA CASA DEL SEÑOR
EN
MEDIO DE SUS PATIOS DARÁN FLORES.
ALELUYA, ALELUYA.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su
pueblo.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (2, 1-12)
Cuando Jesús volvió a
Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta
gente, que ya no había sitio frente a la puerta. Mientras él enseñaba su
doctrina, le quisieron presentar a un paralítico, que iban cargando entre
cuatro. Pero como no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente,
quitaron parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero
bajaron al enfermo en una camilla.
Viendo Jesús la fe de aquellos
hombres, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te quedan perdonados”.
Algunos escribas que estaban allí sentados comenzaron a pensar: “¿Por qué habla
éste así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo
Dios?”
Conociendo Jesús lo que
estaban pensando, les dijo: “¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil, decirle
al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’ o decirle: ‘Levántate, recoge tu
camilla y vete a tu casa?’ Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene
poder en la tierra para perdonar los pecados —le dijo al paralítico—: Yo te lo
mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa”.
El hombre se levantó
inmediatamente, recogió su camilla y salió de allí a la vista de todos, que se
quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: “¡Nunca habíamos visto cosa
igual!”
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Dios nuestro, que concediste a san Antonio abad, dejar por tu amor
cuanto tenía para servirte heroicamente en el desierto, otórganos, por sus
méritos, superar nuestro egoísmo y amarte a ti sobre todas las cosas. Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
PROCLAMARÉ
SIN CESAR LA MISERICORDIA DEL SEÑOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario