EL
SEÑOR LO HA LLENADO DEL ESPÍRITU
DE
SABIDURÍA E INTELIGENCIA, HA ABIERTO SUS LABIOS
EN
MEDIO DE LA ASAMBLEA Y LO HA REVESTIDO DE GLORIA.
ALELUYA, ALELUYA.
Abre, Señor, nuestros corazones para que comprendamos las palabras de
tu Hijo.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (13, 47-53)


Y cuando acabó de decir estas parábolas,
Jesús se marchó de allí.
ORACIÓN
Dios nuestro, que haces surgir
constantemente en tu Iglesia ejemplos admirables de santidad, concédenos imitar
la amorosa preocupación de san Alfonso por la salvación de todos los hombres y
alcanzar, con su ayuda, la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
QUÉ AGRADABLE, SEÑOR, ES TU MORADA
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