YO TE
INVOCO PORQUE TÚ ME RESPONDES, DIOS MÍO;
ATIÉNDEME
Y ESCUCHA MIS PALABRAS. CUÍDAME
COMO
A LA NIÑA DE TUS OJOS Y CÚBREME BAJO
LA
SOMBRA DE TUS ALAS.
ALELUYA, ALELUYA.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para
que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (12, 13-17)
En aquel tiempo, los sumos sacerdotes,
los escribas y los ancianos le enviaron a Jesús unos fariseos y unos
partidarios de Herodes, para hacerle una pregunta capciosa. Se acercaron, pues,
a él y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa lo que
diga la gente, porque no tratas de adular a los hombres, sino que enseñas con
toda verdad el camino de Dios. ¿Está permitido o no, pagarle el tributo al
César? ¿Se lo damos o no se lo damos?”
Jesús, notando su hipocresía, les
dijo: “¿Por qué me ponen una trampa? Tráiganme una moneda para que yo la vea”. Se
la trajeron y él les preguntó: “¿De quién es la imagen y el nombre que lleva
escrito?” Le contestaron: “Del César”. Entonces les respondió Jesús: “Den al
César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Y los dejó admirados.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, haz
que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un
corazón sincero. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
LOS OJOS DEL SEÑOR ESTÁN PUESTOS EN SUS HIJOS
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