COMO
LAS VÍRGENES PRUDENTES, SANTA CECILIA,
VIRGEN
Y MÁRTIR, CONSERVA SU LÁMPARA ENCENDIDA
PARA
SALIR AL ENCUENTRO DE CRISTO.
ALELUYA, ALELUYA.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (19,
45-48)
Aquel día, Jesús entró en el
templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles:
“Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero
ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.
Jesús enseñaba todos los días
en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del
pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el
pueblo estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.
Que la intercesión de santa Cecilia, virgen y mártir, nos obtenga,
Señor, de tu misericordia, la gracia de vivir con alegría nuestra fe para que
merezcamos cantar tus alabanzas en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
BENDITO
SEAS, SEÑOR, DIOS NUESTRO
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