La Fe... Nuestra fuerza para vivir...

El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz. (Madre Teresa de Calcuta)
La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano. (Santo Tomás de Aquino)
La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve"

domingo, 27 de enero de 2013

TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (DÍA DEL SEÑOR)


TÚ TIENES, SEÑOR, PALABRAS DE VIDA ETERNA

El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres
la buena nueva y proclamar la liberación a los cautivos. Aleluya.

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (1, 1-4; 4, 14-21)

Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las trasmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado.

(Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El espíritu del Señor está sobre mí,   porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

Palabra del Señor.

ORACIÓN

Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes. Por  nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

PONGAMOS EN EL SEÑOR NUESTRA CONFIANZA

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