EL
SEÑOR LO HA LLENADO DEL ESPÍRITU
DE
SABIDURÍA E INTELIGENCIA, HA ABIERTO SUS LABIOS
EN
MEDIO DE LA ASAMBLEA Y LO HA REVESTIDO DE GLORIA.
ALELUYA, ALELUYA.
Abre, Señor, nuestros corazones para que comprendamos las palabras de
tu Hijo.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (13, 47-53)
En aquel tiempo, Jesús dijo a
la multitud: “El Reino de los cielos se parece también a la red que los
pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red,
los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen
los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los
tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los
arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han
entendido todo esto?” Ellos le contestaron: “Sí”. Entonces él les dijo: “Por
eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante
al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas
antiguas”.
Y cuando acabó de decir estas parábolas,
Jesús se marchó de allí.
ORACIÓN
Dios nuestro, que haces surgir
constantemente en tu Iglesia ejemplos admirables de santidad, concédenos imitar
la amorosa preocupación de san Alfonso por la salvación de todos los hombres y
alcanzar, con su ayuda, la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
QUÉ AGRADABLE, SEÑOR, ES TU MORADA
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