SEÑOR,
NO ME ABANDONES, NO TE ME ALEJES, DIOS MÍO.
VEN
DE PRISA A SOCORRERME, SEÑOR, MI SALVADOR.
ALELUYA, ALELUYA.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los
cielos.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (19, 16-22)
En aquel tiempo, se acercó a Jesús
un joven y le preguntó: “Maestro, ¿qué cosas buenas tengo que hacer para
conseguir la vida eterna?” Le respondió Jesús: “¿Por qué me preguntas a mí acerca de lo bueno? Uno solo es
el bueno: Dios. Pero, si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos”.
El replicó: “¿Cuáles?”
Jesús le dijo: No matarás, no cometerás
adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu
madre, ama a tu prójimo como a ti mismo.
Le dijo entonces el joven: “Todo
eso lo he cumplido desde mi niñez, ¿qué más me falta?” Jesús le dijo: “Si
quieres ser perfecto, ve a vender todo lo que tienes, dales el dinero a los pobres,
y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme”. Al oír estas palabras,
el joven se fue entristecido, porque era muy rico.
Palabra del Señor.
Oración
Dios omnipotente y misericordioso,
de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en
esta vida cuanto pueda separarnos de ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
PERDONA,
SEÑOR, LAS CULPAS DE TU PUEBLO
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