TÚ TIENES, SEÑOR, PALABRAS DE VIDA ETERNA
El Señor me ha enviado para anunciar a los
pobres
la buena nueva y proclamar la liberación a
los cautivos. Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (2,
13-17)
En aquel tiempo, Jesús salió
de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la muchedumbre lo seguía y él les
hablaba. Al pasar, vio a Leví (Mateo), el hijo de Alfeo, sentado en el banco de
los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba a la
mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaron a la mesa junto
con Jesús y sus discípulos, porque eran muchos los que lo seguían. Entonces
unos escribas de la secta de los fariseos, viéndolo comer con los pecadores y
publicanos, preguntaron a sus discípulos: “¿Por qué su maestro come y bebe en
compañía de publicanos y pecadores?”
Habiendo oído esto, Jesús les
dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Yo no he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores”.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Señor, concede a tus hijos gozar
siempre de completa salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de la gloriosa
siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de esta vida y concédenos
disfrutar de las alegrías eternas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
DIOS
TE SALVE, MARÍA SANTÍSIMA
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