CONFÍO,
SEÑOR, EN TU MISERICORDIA
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de
la tierra,
porque has revelado los misterios del Reino
a la gente sencilla. Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (3, 31-35)

El les respondió: “¿Quién es mi
madre y quiénes son mis hermanos?” Luego, mirando a los que estaban sentados a
su alrededor, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la
voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Palabra del Señor.
Concédenos, Señor, ser dóciles
a las inspiraciones de tu Espíritu para que realicemos siempre en nuestra vida
tu santa voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
AQUÍ ESTOY, SEÑOR,
PARA HACER TU VOLUNTAD
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