QUE
LLEGUE HASTA TI MI SÚPLICA, SEÑOR,
Y
ENCUENTREN ACOGIDA MIS PLEGARIAS.
ALELUYA, ALELUYA.
¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y
gloria en las alturas!
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (13,
31-35)
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y
le dijeron: “Vete de aquí, porque Herodes quiere matarte”.
El les contestó: “Vayan a decirle a ese zorro que
seguiré expulsando demonios y haciendo curaciones hoy y mañana, y que al tercer
día terminaré mi obra. Sin embargo, hoy, mañana y pasado mañana tengo que seguir
mi camino, porque no conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas
que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina
reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido!
Así pues, la casa de ustedes quedará abandonada. Yo
les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan: ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’ ”
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos
paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con
mayor libertad a tu servicio. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
SÁLVAME,
SEÑOR, POR TU BONDAD
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