Del Santo Evangelio según San Lucas (11, 42-46)
En aquel tiempo, Jesús dijo: “¡Ay
de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y
de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto
debían practicar sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta
ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las
plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los
cuales pasa la gente sin darse cuenta!”
Entonces tomó la palabra un
doctor de la ley y le dijo: “Maestro, al hablar así, nos insultas también a
nosotros”. Entonces Jesús le respondió: “¡Ay de ustedes también, doctores de la
ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las
tocan ni con la punta del dedo!”
Palabra del Señor.
Dios eterno y todopoderoso, que
has querido glorificar a tu Iglesia con el testimonio de los mártires,
concédenos que el glorioso martirio que mereció a san Ignacio una corona
inmortal, fortalezca cada vez más nuestra fe. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
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