QUE
LAS PALABRAS DE DIOS ESTÉN SIEMPRE SOBRE TUS LABIOS;
MEDÍTALAS
DÍA Y NOCHE, CUMPLE TODO LO QUE MANDA EL SEÑOR
PARA
QUE TU VIDA TENGA SENTIDO Y VALOR.
ALELUYA, ALELUYA.
Jesucristo vino a servir y a dar la vida por la salvación de todos.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (9,
46-50)
Un día, surgió entre los discípulos
una discusión sobre quién era el más grande de ellos. Dándose cuenta Jesús de
lo que estaban discutiendo, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo: “El
que reciba a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe
también al que me ha enviado. En realidad el más pequeño entre todos ustedes, ése
es el más grande”.
Entonces, Juan le dijo: “Maestro,
vimos a uno que estaba expulsando a los demonios en tu nombre; pero se lo
prohibimos, porque no anda con nosotros”. Pero Jesús respondió: “No se lo prohíban,
pues el que no está contra ustedes, está en favor de ustedes”.
Palabra del Señor.
Dios nuestro, tú que otorgaste
a san Jerónimo el don de conocer y amar profundamente la Sagrada Escritura, concédenos
descubrir en tu palabra la historia de tu amor por nosotros y el camino de
nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
TU PUEBLO NUEVO TE ALABARÁ, SEÑOR
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