LOS
SANTOS MÁRTIRES
DERRAMARON
SU SANGRE POR CRISTO AQUÍ EN LA TIERRA;
POR
ESO HAN OBTENIDO EL PREMIO ETERNO EN EL CIELO.
ALELUYA, ALELUYA.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (8, 1-3)
En aquel tiempo, Jesús comenzó
a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios. Lo
acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus
malignos y curadas de varias enfermedades. Entre ellas iban María, llamada
Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el
administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que los ayudaban con sus
propios bienes.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
Dios nuestro, creador y
salvador de todas las naciones, que en la región de Corea maravillosamente
llamaste a la fe a un pueblo escogido por ti y lo hiciste crecer por medio del
glorioso martirio de los santos Andrés, Pablo y sus compañeros, concédenos, por
su intercesión, que también nosotros, a ejemplo suyo, perseveremos fieles a tus
mandamientos hasta el día de nuestra muerte. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
DICHOSOS LOS POBRES DE ESPÍRITU
No hay comentarios:
Publicar un comentario