ENTREMOS
Y ADOREMOS DE RODILLAS AL SEÑOR,
CREADOR
NUESTRO, PORQUE ÉL ES NUESTRO DIOS.
ALELUYA, ALELUYA.
Mis ovejas escuchan
mi voz, dice el Señor, yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (6,
6-11)
Un sábado, Jesús entró en la
sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.
Los escribas y fariseos estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado
y tener así de qué acusarlo.
Pero Jesús, conociendo sus intenciones,
le dijo al hombre de la mano paralizada: “Levántate y ponte ahí en medio”. El
hombre se levantó y se puso en medio. Entonces Jesús les dijo: “Les voy a hacer
una pregunta: ¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar
una vida o acabar con ella?” Y después de recorrer con la vista a todos los
presentes, le dijo al hombre: “Extiende la mano”. El la extendió y quedó
curado.
Los escribas y fariseos se pusieron
furiosos y discutían entre sí lo que le iban a hacer a Jesús.
Palabra del Señor.
Señor, que tu amor incansable
cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda
su esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
DIOS
ES NUESTRA SALVACIÓN Y NUESTRA GLORIA
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