UNA
GRAN SEÑAL APARECIÓ EN EL CIELO:
UNA
MUJER, VESTIDA DEL SOL,
CON
LA LUNA BAJO SUS PIES
Y UNA
CORONA DE DOCE ESTRELLAS SOBRE SU CABEZA.
ALELUYA, ALELUYA.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi
salvador.
Aleluya.
DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (1,
39-48)

Entonces Isabel quedó llena del
Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor
venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi
seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de
parte del Señor”.
Entonces dijo María: “Mi alma glorifica
al Señor y mi espíritu se llena
de júbilo en Dios mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava”.
Palabra del Señor.
ORACIÓN

Amén.
QUE
TE ALABEN, SEÑOR,
TODOS LOS PUEBLOS
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