Tu palabra, Señor,
es la verdad; santifícanos en la verdad. Aleluya.
Del Santo Evangelio según San Lucas (6, 39-42)
En aquel tiempo, Jesús propuso
a sus discípulos este ejemplo: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán
los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando
termine su aprendizaje, será como su maestro.
¿Por qué ves la paja en el ojo
de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a
tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la
viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu
ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano”.
Palabra del Señor.
Padre de bondad, que por medio
de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las
tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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